Georgia, un legado vinícola para descubrir

Georgia: un exquisito legado vinícola por descubrir

Ignacio Herrero Hidalgo

En el apasionante mundo del vino, pocas regiones tienen tanto que ofrecer como Georgia. Es una joya escondida en el Cáucaso, cuyo vino georgiano es una auténtica revelación para los amantes del vino.

En este artículo, te invitamos a emprender un fascinante viaje a través de las tierras georgianas para descubrir el encanto y la magia de su vino, un legado vinícola que ha resistido el paso de los siglos.

La Historia de una Tradición Centenaria de más de 8.000 años:

Georgia es considerada la cuna del vino, con una tradición vinícola que se remonta a más de 8,000 años. Los métodos de vinificación georgianos son únicos y distintivos, especialmente el uso de los "Qvevris", enormes vasijas de barro de hasta 2.000 litros, enterradas en el suelo, donde el vino de Georgia se macera con sus pieles, fermenta y envejece por largos períodos de tiempo (desde 3 a 9 meses).

Este antiguo método ancestral le otorga al vino de Georgia su carácter distintivo, logrando vinos excepcionales y tremendamente complejos.

Infinitas variedades de uva:

Georgia se enorgullece de su diversidad de uvas autóctonas (más de 500 variedades), algunas de las cuales son exclusivas de la región.

La Saperavi, una uva tintorera con tremenda intensidad de color y que da a los vinos un elegante sabor, es quizás la variedad más emblemática del vino georgiano.

También encontramos las uvas Rkatsiteli o Msvane, que son únicas en su especie y con las que se elaboran la mayoría de los vinos blancos y ámbar en Georgia.

Cada variedad representa un homenaje a la riqueza y biodiversidad del suelo georgiano.

En la época en la que Georgia perteneció a la URSS, el régimen soviético pretendió expropiar algunos de esos viñedos milenarios para darles otros usos y cortar así esas cepas de altísimo valor. Cuenta la leyenda que muchos agricultores fueron asesinados al negarse, pero guardaron en sus bolsillos las raíces de esas plantas, para que, al ser enterrados, volvieran a brotar.

De esa forma se salvaron algunas de esas variedades tan representativas de Georgia, aumentando aún más si cabe, el valor cultural y el respeto por el patrimonio vitivinícola georgiano.

La Magia de los Qvevris:

Como mencionamos anteriormente, los Qvevris son fundamentales para la producción del vino de Georgia. Estas características vasijas permiten una fermentación natural gracias a la presencia de levaduras autóctonas que se encuentran en las pieles de las uvas.

El resultado es un vino vivo, con una personalidad única y una conexión profunda con la tierra y la historia de la región. Al degustar un vino georgiano, estás saboreando siglos de tradición en cada sorbo.

La cultura de los Qvevris en Georgia es casi una religión. Es cierto que hoy en día se hacen vinos con procesos más modernos y que allí denominan como “más europeos”, pero los verdaderos puristas de la tradición georgiana, te dirán por ejemplo que “un vino que sabe a madera, ni es vino ni es nada”.

Es curioso y muy sorprendente para los que tenemos muy metido en la cabeza que los mejores vinos se envejecen en madera… Pero allí las cosas funcionan de otra forma y el valor reside en la naturalidad del proceso. En conseguir hacer el mejor vino, con los métodos que, desde hace más de ocho mil años utilizaban nuestros antepasados.

El resultado son vinos que sorprenden precisamente por su naturalizad: por no manifestar en a simple vista un grado alto de alcohol (aunque sí lo suelen tener); por embriagar muy lentamente y favorecer una digestión liviana… Y por NO DEJAR RESACA (quizás lo más importante).

Un Mundo de Sabores por Descubrir:

El vino de Georgia es un abanico de sabores que va desde los secos y afrutados hasta los dulces y especiados. Los vinos tintos son robustos y estructurados, mientras que los blancos sorprenden con su frescura y complejidad.

Cada botella es una oportunidad para explorar nuevos matices y maridar con la gastronomía georgiana, famosa por sus platos auténticos y exquisitos.

El Encanto de Georgia:

Además de sus vinos, Georgia nos deslumbra con su belleza natural y su rica historia. Desde los majestuosos paisajes montañosos del Cáucaso hasta las pintorescas ciudades medievales, cada rincón de Georgia tiene una historia fascinante que contar. Visitar sus bodegas y viñedos es sumergirse en un cuento de hadas vinícola que te atrapa desde el primer instante.

Conclusión:

El vino de Georgia es un tesoro vinícola que merece ser explorado y apreciado por los amantes del buen vino y de la gastronomía.

Su historia milenaria, su exclusiva tradición enológica y su riqueza de sabores hacen que cada botella sea una experiencia única para el paladar.

Si buscas descubrir nuevos horizontes vinícolas, no dudes en brindar con uno de nuestros vinos georgianos, el viaje sensorial que te llevará a un mundo de encanto y exotismo.

¡Salud y a disfrutar del legado vinícola de Georgia!

Regresar al blog

Deja un comentario