Los Taninos en el Vino Naranja -
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Los Taninos en el Vino Naranja - Una Simbiosis entre lo Blanco y lo Tinto
En el mundo del vino, siempre hay innovaciones que despiertan la curiosidad y el paladar de los amantes de esta noble bebida. Uno de esos descubrimientos es el vino naranja, una fusión entre el mundo blanco y el tinto que ha ido ganando popularidad en los últimos años.
El Vínculo entre Vino Naranja y Vino Tinto: Método de Elaboración
Durante la elaboración del vino naranja, el mosto de uva blanca se deja en contacto con las pieles y, en ocasiones, las semillas durante un período prolongado de maceración. Este contacto prolongado permite la extracción de color, taninos y compuestos aromáticos de las pieles, lo que le confiere al vino su característico color ámbar y una complejidad de sabor que recuerda en cierta medida a los vinos tintos.
Aunque el vino naranja ha ganado popularidad en los últimos años, su origen se remonta a técnicas de vinificación ancestrales que se remontan a miles de años. El método de elaboración del vino naranja tiene sus raíces en Georgia, en el Cáucaso, donde se han encontrado evidencias de ánforas de arcilla (Qvevri) enterradas que datan de más de 8.000 años. Estos Qvevris contenían vinos elaborados con uvas blancas fermentadas con sus pieles, dando como resultado vinos de color ámbar y una complejidad de sabor que se parecía al vino naranja moderno.
Diferencias entre Vino Blanco y Vino Naranja
Aunque ambos son vinos elaborados a partir de uvas blancas, el vino blanco y el vino naranja ofrecen experiencias sensoriales completamente diferentes por el método de elaboración.
Color: Mientras que el vino blanco es transparente o ligeramente amarillo, el vino naranja tiene un color naranja o ámbar, derivado del contacto prolongado con las pieles de uva durante la fermentación.
Sabor y Textura: El vino blanco tiende a ser ligero, fresco y afrutado, con poca presencia de taninos y una acidez vibrante. En contraste, el vino naranja es más complejo en sabor y textura, con una mayor estructura tánica y una profundidad aromática que recuerda a los vinos tintos.
¿Vino Naranja o el Vino Blanco Tradicional?
El vino naranja presenta una variedad de características y vivencias singulares que lo diferencian de los vinos blancos tradicionales:
Complejidad de Sabor: Gracias al contacto prolongado con las pieles de uva, el vino naranja muestra una complejidad de sabor y una profundidad aromática que desafía las expectativas de un vino blanco tradicional.
Estructura y Longevidad: Los taninos presentes en el vino naranja le dan una estructura firme y una textura aterciopelada que lo hace ideal para el envejecimiento en Qvevri o barrica y en botella. Esto permite que el vino naranja desarrolle sabores más complejos y sutiles con el tiempo, convirtiéndolo en una opción emocionante para los aficionados al vino que buscan experiencias de degustación más profundas y gratificantes.
Versatilidad Gastronómica: La estructura tánica y la complejidad de sabor del vino naranja lo hacen perfecto para maridar con una amplia variedad de platos, desde quesos y charcutería hasta platos de carne y pescado con sabores intensos. Su capacidad para complementar y realzar los sabores de los alimentos lo convierte en una elección versátil para cualquier ocasión culinaria.
Un Mundo de Color y Sabor
El vino naranja es mucho más que una simple variación del vino blanco tradicional; es una aventura sensorial que desafía las convenciones y estimula los sentidos. Con su color ámbar seductor, su complejidad de sabor y su estructura tánica distintiva, el vino naranja ofrece una experiencia de degustación única que merece ser explorada y apreciada. Ya sea que seas un aficionado al vino experimentado o un recién llegado al mundo del vino, te invitamos a probar el vino naranja, explorar nuevos horizontes y enriquecer tu paladar.